SAN SALVADOR
por Debido a la crisis económica se registra un aumento de la demanda en los comedores y merenderos de Jujuy, indicaron responsables de los espacios de ayuda alimentaria ubicados en San Salvador.
“En este momento estamos sin financiamiento nacional debido a las circunstancias que está atravesando el Ministerio, la delegación del Centro de Referencia, donde los trabajadores están siendo despedidos y los convenios están también en peligro en este momento”, expresó Natalí Quispe, integrante del comedor infantil Santa Teresita de Punta Diamante.
“Nosotros formamos parte de una fundación que se llama IMPRODE, por la cual bajan los convenios nacionales para el funcionamiento de los comedores. Aparte de eso, tenemos merendero a pulmón”, explicó en diálogo con Canal 7 de Jujuy en cuanto al funcionamiento.
Quispe resaltó: “en este momento estamos sin financiamiento, pero las compañeras igual siguieron cocinando”. En ese sentido, sostuvo que “la cantidad de niños y familias enteras que se están acercando todos los días tiene un incremento de un 50%”.
“Lo que vemos es mucha incertidumbre, muchas personas no saben en qué momento se pueden quedar sin laburo. Antes los trabajadores que tenían una buena remuneración no se acercaban a solicitar el almuerzo. Ahora los mismos trabajadores están siendo despedidos y se están acercando”, indicó.
Norma Pérez, referente del merendero Pequeño Gigante de El Chingo, realizó el mismo diagnóstico. “Desde hace dos o tres meses aumentaron las personas que vienen, ya no es solamente la gente que vive acá, llegan de las otras cuadras, de más lejos”, planteó.
“La política del Gobierno Nacional no se hace cargo de la situación alimentaria”, consideró sobre la situación y sumó que a nivel provincial “hay merenderos y comedores a los que le están dando muy poco”.
En cuanto a la forma de subsistencia, indicó: “tenemos que trabajar, tenemos que vender, juntamos de los bolsillos de las compañeras y de donaciones de los que nos traen. Y así sacamos la merienda nosotros”.
Pérez explicó que otros centros de ayuda de la zona cerraron por la crisis, por lo que las personas que acudían a esos sectores derivan en los que continúan activos y se ven recargados.
Asimismo, sostuvo que la realidad económica se evidencia en la situación de los niños, que se valen de elementos recuperados y reciclados para asistir a clases. A ello se suma el aumento de la actividad informal, emprendida por quienes perdieron sus trabajos o buscan generar mayores ingresos para solventar los gastos.
