Elisabeth Amat

Pensamientos Positivos

En estos días grises, donde el negativismo de las noticias y los números parecen ponernos de mal humor, debemos buscar y rescatar los buenos pensamientos que tenemos guardados en lo más profundo del corazón.

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30-08-2020 19:48

Este es el momento para encontrarnos con gente positiva. Personas que trasmitan buena energía, con una onda expansiva arrolladora y que nos puedan sacar sonrisas durante un buen rato. A nadie le gusta estar con cenizos, donde los colores oscuros parecen haberse tragado la luz.

Es cierto que el positivismo no siempre sale a la primera de cambio. Hay a veces que uno se despierta con el pie izquierdo o estás pasando una situación realmente muy crítica que empaña tu optimismo, sin embargo, hay que esforzarse por encontrarlo. Requiere de esfuerzo y de entrenamiento. Cosas negativas siempre vamos a encontrar. Tampoco podemos ir por el mundo haciendo oídos sordos a los sucesos feos o tristes, pero sí poner la actitud de seguir para adelante y decidir cómo vamos a actuar ante esa situación. Al fin y al cabo, enterrar la tristeza para pintar tu día de alegría también es una elección.

Cuántas veces nos hemos encontrado a gente con un montón de dramas muy serios y es feliz. Así que parece que, la libertad, también sirve para elegir si vamos por la vida renegando y victimizándonos o, por el contrario, le ponemos un poco de sal y pimienta a una rutina que no tiene por qué ser aburrida. Ahora más que nunca nos hemos dado cuenta de la importancia de tener un orden ya que sino, los días vuelan, insulsos, insípidos, como perdidos por un año un tanto inútil.

Hace apenas una semana, en una conversación con mi padre en el programa de Espejo Urbano, hablábamos de los pensamientos positivos y del poder que ejercían sobre los demás. Le encanta leer y ahora está entusiasmado con un libro que se llama “el poder oculto de la amabilidad”. Realmente que el título llama la atención porque, si uno lo piensa, con una virtud como ésta, se consiguen muchas cosas.

Evidentemente si vas por el mundo siendo amable, al encontrarte con una persona, buscarás lo bueno que hay en ella y trasmitirás serenidad y paz. Obviamente que los defectos existen, pero la cuestión es que, decía el libro, no debemos fijarnos en ellos, ensañarnos y subrayarlos, sino al contrario, potenciar las virtudes y sobre todo no juzgar a libre albedrío.

El resumen de su reflexión es que es urgente y necesario cultivar esos pensamientos, porque con ellos salimos del yo egoísta para pensar en el otro, ejerciendo una poderosa influencia benéfica sobre los demás.

Todos nosotros, con disciplina, entrenamiento y voluntad, podemos controlar, al igual que nuestras acciones, nuestros pensamientos y hacer que surjan más los positivos que los negativos. Creo que es parte del crecimiento personal que nos lleva a ser mejores personas y, al final, por qué no decirlo, más felices.

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