Una de las voces más duras durante el paro nacional, convocado por la Confederación General de Trabajo (CGT), fue la del dirigente ferroviario Rubén "Pollo" Sobrero. En el acto central que realizaron en el Obelisco, el sindicalista no dudó en apuntar contra el Gobierno y pidió, a los gritos, un "plan de lucha hasta que caiga el Gobierno".
Frente a la gran cantidad de manifestantes de las agrupaciones de izquierda, el delegado de Unión Ferroviaria en la línea Sarmiento también tenía dardos contra la conducción cegetista. Aseguró que se tardó "muchísimo" en convocar la huelga general y pronosticó que el triunvirato sindical lo utilizará para "sentarse a negociar" con el Ejecutivo.
Hasta criticó que muchos gobernadores van a intentar aprovecharse de las movilizaciones "para ver si consiguen aprobarle el presupuesto al Fondo Monetario Internacional a cambio de alguna obra".
Sobre el préstamo del FMI, Sobrero disparó que el organismo internacional ya se "instaló" en la Casa Rosada y que hoy en la Argentina existen solamente dos trincheras: "O se está con los trabajadores o se está con el Gobierno cipayo".
Desde la sede de la CGT, en Azopardo al 800, el triunvirato de la central obrera dio una conferencia y salió al cruce de los funcionarios nacionales que argumentaron que el paro "no servía para nada" y era una medida de fuerza política.
Juan Carlos Schmid, secretario general del sindicato del Personal Embarcado de Dragado y Balizamiento, aseguró que la huelga tuvo un "altísimo acatamiento" federal. Y que cuando se llega a esta instancia es porque fracasó tanto el diálogo social como el de la política.
Al igual que su compañero, Héctor Daer, fue uno de los sindicalistas que hizo hincapié en la "falta de respuestas" del oficialismo, que -según él- se trató en realidad de la "falta de voluntad política" de cuidar a los trabajadores. "Le pedimos al Gobierno que nos deje discutir los salarios en cada una de nuestras actividades con libertades paritarias", sostuvo en la conferencia.
Fuente: Todo Noticias
