Cuando faltaba media hora para que comience a disputarse el Superclásico en el Monumental, algunos incidentes se registraron entre efectivos policiales y un puñado de hinchas millonarios. Se oyeron detonaciones y hubo corridas en los alrededores del estadio donde esta tarde habrá más de 80.000 personas presentes para ver un nuevo River-Boca. Según la Policía, dos ladrones fueron descubiertos in fraganti cuando le robaban a una persona y otros simpatizantes los golpearon hasta que los uniformados los detuvieron.
Algunos testigos indicaron primero que la situación de tensión entre uniformados y simpatizantes se originó cuando quienes no contaban con la respectiva entrada querían ingresar al estadio. Otras personas, en tanto, se quejaban de que los policías intentaban repeler a hinchas de River que tenían el pase, pero que no pudieron ingresar a la cancha.
De acuerdo a la versión policial a la que accedió LA NACION, un grupo de hinchas intentó robarle a una persona a la altura del cruce de la avenida Del Libertador con Udaondo. Otros simpatizantes se dieron cuenta de lo que estaba ocurriendo y golpearon a los ladrones. Finalmente, la Policía de la Ciudad detuvo a los dos malhechores. Desde el organismo de seguridad negaron que se hayan arrojado balas de goma.
A falta de 40 minutos para el partido programado para las 17, el Más Monumental lució prácticamente completo y los efectivos recibieron la orden de agudizar los controles, especialmente sobre la calle Udaondo, en la intersección con Libertador. Los efectivos armaron un cordón y cerraron el tránsito en la avenida, algunos parados con escudos y cascos, y otros en recorrida con motocicletas, según quedó registrado en algunos videos que circularon por las redes.
La organización y planificación del Superclásico quedó a cargo de la dirección de Eventos Masivos, con la participación del Departamento de Fútbol, la División Contravenciones y Faltas, y las Superintendencias de Motorizada y Orden Urbano, según informó el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Las puertas del Monumental se abrieron a las 13 y se dispusieron tres anillos de seguridad para los diferentes controles, que incluyen a un total de 1500 efectivos de la Policía de la Ciudad. El Barrio River se cerró a partir de las 9 y solo tuvieron ingreso los residentes.
Fuente: La Nación