CRIMEN
por Después de un año con una cifra récord de casos, Rosario de Santa Fe sumó este miércoles el sexto homicidio en 11 días. Un hombre de 30 años fue acribillado a balazos cuando atendió la puerta de su casa en la zona sur. Además, los delincuentes hirieron a su pareja y a su hijo de 3 años.
El ataque se registró en la pasada medianoche, cuando dos personas fueron a la casa de Walter Grondona, en el barrio Uriburu y La Guardia.
En el momento en que la víctima los atendió, abrieron fuego contra la víctima y desataron una ráfaga que alertó a quienes viven en la zona.
El hombre recibió varios disparos y murió dentro de la propiedad, ubicada sobre Moreno al 4600.
Los vecinos se asomaron y auxiliaron a un nene de 3 años que también fue baleado por los agresores. Desde allí lo llevaron hasta el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde permanecía internado fuera de peligro.
La tercera víctima del ataque fue una mujer que también estaba en la casa cuando llegaron los asesinos. A diferencia del nene, la llevaron al Hospital Roque Sáenz Peña por una lesión en sus piernas.
Si bien la Justicia no pudo determinar quiénes mataron a Grondona, en la escena del crimen quedó evidencia útil para buscarlos.
Durante el procedimiento, los investigadores encontraron 11 vainas servidas de proyectiles 9 milímetros y dos de calibre 40.
El material hallado indica que los asesinos utilizaron dos armas de fuego.
Un vecino del barrio apuntó que Grondona vivía en pareja y tenía dos nenes.
La vicedirectora del centro de salud municipal, Carolina Binner, ratificó que al chico lo trasladaron en forma particular para que recibiera asistencia médica. Un balazo le atravesó el muslo izquierdo, pero no generó lesiones graves.
El proyectil no provocó gran pérdida de sangre ni afectó sus huesos, de modo que estaba bajo control con antibióticos y analgésicos con evolución favorable.
La denuncia que recibió la fiscal Marisol Fabbro se suma a la de cuatro homicidios registrados en unas pocas horas del último sábado en Rosario.
En este caso, voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) apuntaron que el gabinete criminalístico fue a buscar testigos del asesinato de Grondona y se encargó de las primeras pericias fotográficas.
Un vecino del barrio se mostró sorprendido por el asesinato y aseguró que "nunca pasó en la cuadra" algo similar. Luego recordó que el hombre hacía changas y recorría las calles en bicicleta como cartonero. "Nunca tuvieron problemas", aseguró sobre la víctima y la mujer herida.
La pareja ocupaba la parte trasera de la casa. El sector de adelante le correspondía a la abuela de la mujer, que falleció hace un año. Sin embargo, nadie tenía indicios del motivo por el que los atacaron a la medianoche, sin reparos por la presencia de los niños.
Fuente Clarín
