Opinión

Una charla de café: ¿qué son los derechos humanos?

"¡Felicidades, Derechos Humanos!". Por Juan Jenefes y Juliana Carbó.
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Juan Jenefes 10-12-2022
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El 10 de diciembre de cada año se celebra el Día de los Derechos Humanos en conmemoración de la Declaración de los Derechos Humanos adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1948. Destacamos, como dato histórico relevante, que ese mismo año -en mayo- también nació la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.En 1948 la herida de la Segunda Guerra estaba abierta y el mundo entero aclamaba algún acto de justicia ante los hechos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad que se habían cometido. La Declaración Universal vino entonces a encausar ese reclamo de justicia que se manifestó en papel, reconoció que los derechos humanos son la base de la libertad, la justicia y la paz.

La Declaración, contiene 30 derechos y libertades para todas las personas y que nadie nos puede arrebatar, restringir y tampoco se pueden negociar. Los derechos allí presentes son al día de hoy la base del derecho internacional de los derechos humanos; la Declaración continúa siendo un documento vivo que incluye derechos civiles y políticos: la vida, libertad, vida privada entre otros. Un dato interesante es que es el documento más traducido del mundo junto a la biblia.

Pero ¿qué son los derechos humanos? Son el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de la persona. Son la armadura de los bienes humanos básicos, aquellos presentes en la vida de todos y que podemos conocer a través de la experiencia.

Son derechos que más que creados por una sociedad, son preexistentes. Adherimos a la idea que pregona que los DDHH existían antes de la declaración o cualquier norma escrita. Esto nos permite afirmar que podrían no estar escritos, podrían ser incluso contrarios a la ley, pero aún así existirían.

Son derechos de las personas, nacen y mueren con cada una de ellas. Cuando son contemplados en una ley, constitución o tratado internacional se los reconoce, pero ellos ya existen, preexisten a la norma y son parte de la dignidad humana.

Lo que nos lleva a la pregunta de... ¿qué es la dignidad humana? Suele hablarse de dignidad como un derecho humano más, pero en realidad ella es eso único que tenemos los seres humanos. Kant explica que las cosas tienen valor, por ello pueden ser cambiadas por otras iguales o distintas; las personas no tienen valor, tienen dignidad lo que las identifica como únicas, irrepetibles. La dignidad es únicamente humana y esta puede defenderse, hacerse valer aún frente a las mayorías, el bienestar general o las decisiones del propio Estado.

Dicho esto, afirmamos que los derechos humanos son más que un discurso político. Ellos nos pertenecen a todos y todas y no solo a un grupo de personas que lo toma solo como suyos y los termina desgastando. Son universales, se ejercen de manera individual y a veces colectiva, nos protegen de la opresión, de la falta de libertad, de las trabas en el camino para lograr ser verdaderamente libres, nos protegen...

También son necesarios y requieren el compromiso de todos los actores sociales para que todas las personas podamos gozar de ellos. El Estado tiene el deber de respetarlos y garantizarlos. En nuestro país hemos vivido épocas infames, en donde el principal violador de los derechos humanos ha sido el Estado. Las dictaduras militares nos han dejado una enciclopedia interminable de cómo violar derechos humanos hasta el punto de hacerlo sistemático (por usar al Estado como una máquina para violar derechos). Como reacción a esa época oscura de nuestro amado país y el sufrimiento de nuestros conciudadanos nos quedó la presente del ¡NUNCA MAS!

Pero las violaciones a derechos no solo son propias de épocas de dictaduras, también en democracia hemos visto como el Estado avanzó sobre los derechos humanos. Un ejemplo sencillo de ello son los ataques a la prensa opositora, un clásico argentino que afecta el derecho de libertad de expresión y el derecho a la información de la ciudadanía a través del cual se controla al poder. Reafirmamos nuestro compromiso con la libertad de expresión, herramienta de la paz, que sirve para controlar a los Gobiernos en post de salvaguardar el resto de los derechos y por sobre todo la libertad del pueblo y el sistema democrático de gobierno.

Lamentablemente los derechos humanos no se encuentran al alcance de todos y de todas. Son muchas las personas que no pueden acceder a ellos. Piensen en los niños que piden en las esquinas, en las personas que duermen a la intemperie en cualquier momento del año. Aquellos que se alimentan con la basura, los que no tienen DNI, prestaciones sociales, baño ni cloaca, no tienen energía eléctrica. Recordemos a Lucio, que fue asesinado circunstancias de violencia familiar siendo un niño. También en Lucas que fue víctima de la violencia institucional del Estado. No podemos dejar de nombrar, que existe un femicidio cada 30 horas en Argentina. Por último... piense en todas las dificultades extras que nos ha dejado la pandemia, el derecho al progreso comprometido por años, la libertad desvencijada y a la espera de que las circunstancias quizás mejoren. Estos ejemplos son los que quedan fuera del paradigma de los derechos humanos, personas que viven sin gozar derechos que consideramos básicos...

Estar fuera o dentro muchas veces es una cuestión aleatoria, puede depender del lugar en el que uno nació, de las circunstancias que tocan vivir. Lo que no es aleatorio es lo que como sociedad podemos hacer. Todos podemos sumar a que cada vez más personas podamos gozar de una vida más digna, gozar de nuestra propia dignidad, que se habite más en el paradigma de los derechos humanos. Pues la vulnerabilidad, que es la más humana de todas las cualidades, solo puede ser atendida en un mundo de interrelación donde la igualdad en el goce de derechos sea construida por todos y todas cada día.

Al igual que en 1948, en este 2021 que ya se va, vivimos una pos-crisis que todos llamamos post-pandemia. Hoy tenemos en frente nuevos desafíos en el mundo de los derechos humanos. Por ello es necesario hacerles saber a los gobiernos, que las políticas de DD.HH. deben estar orientadas a todos, que en no existen derechos preferidos, que todos los derechos se encuentran en un pie de igualdad y que todos ellos deben ser considerados y ponderados.

Entendemos y afirmamos que el respeto por los derechos humanos debe ser nuestro paradigma de vida, que guíe nuestras decisiones, que nos lleve a superarnos y nos permita construir una sociedad más justa e igualitaria donde todos como iguales vivamos en dignidad.

¡Feliz día de los derechos humanos!

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