Los Elefantes - Almendra II (1970)
Toda la estructura, de principio a fin, tiene el ADN spinetteano. “Los Elefantes” se esconde allá en el lado B del segundo disco de Almendra II, y muestra a Luis Alberto llevando la canción al laboratorio psicodélico. “Los elefantes saben olvidar /míralos como están, /mira sus largas trompas sin razón; /como huelen todo lo que está”, canta su autor, dando nuevos indicios de su escritura surrealista.
“Ni Cuenta Te Das” - Spinettalandia y sus Amigos (1971)
Este disco subestimado fue una incursión experimental de Spinetta posterior a la disolución de Almendra. Contó con dos aportes geniales de Pappo: “Castillo de piedra” y “Era de Tontos”, pero entre los temas firmados por el Flaco se destaca el folkie “Ni cuenta te das”, que recuerda al Brian Jones más innovador y en donde se incorpora Miguel Abuelo en la flauta.
“Viejas mascarillas” - A 18' minutos del Sol (1977)
En otro hiatus entre proyectos de grupo, Spinetta armó banda con Machi Rufino, Diego Rapoport y Osvaldo López para fusionar rock y jazz, una sed que nunca terminaría por saciar. Si bien el disco cuenta con una de sus canciones más bellas (“Canción para los días de las vida”), “Viejas mascarillas” está injustamente relegada: sus pasajes transitan una calma libidinosa y la comunión entre los músicos encuentra su punto más alto.
“Contra todos los males de este mundo” - Los niños que escriben en el cielo (1981)
El segundo disco de Spinetta Jade se hizo con algunas alteraciones en la formación original del grupo ( se incorporaron Leo Sujatovich y Frank Ojstersek). En esta canción, Spinetta pone al frente su exquisito talento para el riff, a contrapelo de la discografía de Jade, en la que prima el uso de los teclados. “Vamos en procura /de un genio tirador /que pruebe con nosotros o busquemos la forma/ De algo que nos cure la preocupación”, narra el Flaco en esta joya nacional de los ochenta.
“Una sola cosa” - Privé (1986)
Pensar en Privé nos lleva directo a “Rezo por vos”, pero detrás de esta gema se esconde otra que hace lucir al Mono Fontana en los teclados y a Héctor Starc en guitarra. El Flaco había pensado en incluir “Una sola cosa” en el proyecto de álbum con Charly García que finalmente se frustró. De hecho, la habían tocado juntos en vivo, el año anterior, en el Luna Park.
“Se convirtió en la noche” - Spìnetta y los Socios del Desierto (1997)
El primer disco de la última banda de Spinetta refleja su intención de volver a sonidos más crudos. Se percibe sobre todo en el clásico “Cheques”, pero también en este relato que cuenta la historia de un ave errante y es conducido por los golpes de batería de Daniel Wirtz, mientras el Flaco hace lo suyo con solos de guitarra alegóricos.
“A su amor, allí” - Para los árboles (2003)
Spinetta podía absorber todo tipo de influencias y siempre mostró disposición a la apertura. Alcanza con escuchar esta genial rareza de su última etapa para apreciar su capacidad de incorporar elementos del pop y traducirlas a su propio lenguaje. Es uno de los puntos altos del disco que Luis Alberto dedicó a María Gabriela Epumer.
