Twitter://www.ambito.com/c5115085&vía=Ambitocom&related=ámbito.com&text=">Un brote de Covid-19 detectado el viernes 3 de julio en granjas donde se crían visones puso en alerta a las autoridades de Países Bajos, que tratan de evitar que los animales que portan el virus contagien a los productores y sus empleados. Los casos fueron registrados en Gemert -región de Brabante Septentrional, en el sur del país, a 138 kilómetros al sudeste de La Haya- por el Ministerio de Agricultura, que anunció que 7 mil mustélidos y otros 4.300 mamíferos deberán ser sacrificados.
Desde que en abril pasado el Gobierno anunció la implementación del monitoreo de "alerta temprana", un método de pruebas semanales que llevó a encontrar decenas de miles de visones con coronavirus en una veintena de criaderos. A fines de ese mes, cuidadores de varias de las 130 granjas que funcionan en la nación europea notaron problemas respiratorios y gastrointestinales entre los visones.
En Países Bajos, donde unos 800 mil ejemplares están destinados a la industria peletera, se produjeron los dos primeros contagios de coronavirus de animales a seres humanos. Por esa razón, el Gobierno resolvió prohibir la visita a establos y el transporte de visones o su estiércol en todo el país.
Por su parte, el Parlamento neerlandés aprobó una norma que impide el anunciado inicio del ciclo de crianza de visones, previsto para enero de 2024. Mientras tanto, el Gobierno analiza la forma más conveniente para compensar a los productores por sus pérdidas.
Por cuestiones éticas y para garantizar la salud y la subsistencia de los animales, varios partidos políticos de Países Bajos bregan desde 1989 por la eliminación definitiva de esta actividad con fines comerciales.
Fuente: Clarín
