Tras media hora de demora por la agresión de la policía hacia los hinchas argentinos, empezó el clásico entre Brasil y Argentina por la sexta fecha de las Eliminatorias.
Una vez más el clásico en tierras cariocas se vio inmerso en la violencia. Todo comenzó en la previa, cuando hinchas de un país y otro se disputaron los lugares en el Maracaná, que se preparaba para un partido caliente entre una Verdeamarelha caída y los campeones del mundo.
Sin embargo, el partido no llegó ni a comenzar por la cobarde represión de la policía de Río de Janeiro contra los hinchas albicelestes y los jugadores de la Scaloneta intentaron frenar la golpiza.
En una de las cabeceras del mítico estadio brasileño, simpatizantes locales comenzaron a emitir silbidos al Himno Nacional Argentino. Allí, los fanáticos que fueron a ver a los héroes de Qatar reaccionaron y comenzó la pelea. No obstante, todo alcanzó cuotas de violencia impresionante cuando la Policía reprimió a palazos a los hinchas de la Selección argentina, entre los que había mujeres y niños.
Ante esta situación, los jugadores argentinos se dirigieron hacia el lugar para ver qué sucedía. Como vieron que la golpiza de la Policía contra la hinchada albiceleste continuó, Lionel Messi tomó la posta y decidió que el equipo campeón del mundo se retirara del campo de juego del Maracaná.
Los once de Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister, Giovanni Lo Celso; Lionel Messi y Julián Álvarez.
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