BALOTAJE
por Vivimos un domingo caliente que nos dejó allanado el camino hacia el balotaje con Sergio Massa y Javier Milei que se posicionaron en la línea de largada del tramo más competitivo de una campaña súper larga y agotadora, no solo para los candidatos, sino también para los argentinos.
Por estas horas comenzó el movimiento de fichas en búsqueda de apoyos y transferencias de votos, etapa de la campaña más dura en cuanto lo que significa esa disputa y el sustento que dé más músculos a los candidatos.
El escenario político super fragmentado y el agravante de una crisis de características de culebrones mexicanos, que por estos momentos atraviesa juntos por el cambio, al que hoy algunos de sus dirigentes tratan de insuflarle oxígeno, y que no se diluya el 40% del electorado que supo acompañarlos en algún momento.
El expresidente Mauricio Macri aparece en escena nuevamente, y esta vez como el responsable del estado de agonía de juntos, al que poco le importó la coalición, que prometía ser presidenciable nuevamente. Macri comenzó a coquetear con Javier Milei en plena campaña ofreciéndole nombres para un potencial gabinete, lo que lo obligo a salir en los medios a expresar su apoyo “incondicional” hacia Patricia Bullrich. Sin embargo, hace pocas horas ofreció a Javier Milei en bandeja a Bullrich, acordando y cerrando con el libertario el acompañamiento en la etapa final de la disputa presidencial.
Ello generó la furia del resto de los integrantes de Juntos que se vieron forzados a salir rápidamente a expresar su desacuerdo y posiciones. Es dable entender que le devolverán a Mauricio y Patricia la gentileza, por debajo de la mesa, por supuesto, acompañando la candidatura de Sergio Massa.
La fractura de juntos tiene también incidencia aquí, donde el oficialismo jujeño viene de derrotas consecutivas y la última con la perdida de bancadas en el senado. Lo que significa un duro golpe para el gobernador que pone en jaque su legitimidad de gestión.
De cara al balotaje del 19 de noviembre, Sergio Masa deberá cuidar el porcentaje de votos que logro el domingo pasado y buscar ampliar ese horizonte, seguramente intentará seducir al electorado radical, y continuará con un discurso moderado y conciliador que le surtió efectos positivos en la elección pasada.
Mientras que Javier Milei, viene de romper puentes con todo lo que se encuentre fuera de La Libertad Avanza, lo que significa un alto costo para negociar con quienes no pertenecen a su espacio, y principalmente para la tan preciada transferencia de votos, que hasta ahora, el ala dura de juntos por el cambio ofrece a los libertarios.
Juan Schiaretti, un poco más prudente, y con tino político, que le dieron sus largos años en la arena política, no salió al ruedo a apoyar a uno u otro candidato, si dejo en claro que la gente es la dueña de los votos. Mientras que la izquierda se mantiene incólume en su discurso anti derecha y con los cañones apuntados a Milei.
Massa en una hábil jugada convenció a Santoro de bajarse del balotaje logrando de esa manera evitar que la disputa porteña alimentara las posibilidades de una combinación de voto macrista y libertario que potencialmente podría jugarle en contra en términos nacionales.
Estamos frente a un contexto político que nos muestra varios escenarios, junto a una crisis económica sin resolver, una hiper fragmentación política, la necesidad de un gran acuerdo y diálogo entre las distintas fuerzas políticas, un congreso que necesitará de acuerdos para funcionar, un mapa político territorial que nos muestra 10 provincias a cargo de Juntos, 9 a cargo del peronismo y el resto de las provincias que se corresponden con expresiones locales.
Esos son los escenarios por donde debe transitar la política por estos días y el hacer político de quienes asumieron tal responsabilidad.
