por La semana en salud pública comienza con nuevas asambleas desde este martes, tras el paro de 24 horas que finalizó el último viernes.
El tema naturalmente es el salario, impactado por el actual contexto inflacionario que terminó implosionando la paciencia de los médicos y de todo el personal de salud pública de la provincia.
El malestar de los profesionales nace con la nueva norma en salud pública sancionada en diciembre del 2023, cuya reglamentación tiene como fecha de vencimiento el próximo 21 del corriente.
“Lo más grave de todo es que la reglamentación no refleja en ningún momento el trabajo realizado por los profesionales durante todo el año 2022 particularmente, en el diseño del nuevo escalafón. Reconocemos que el tema salario es una cuestión compleja en el país, pero aquí en Jujuy nuestro salario es de 6000 dólares anuales y con viento a favor”, sostuvo la doctora Estela Panero
Según una encuesta del portal Medscape International, que se encargó de medir la paga anual a un doctor en Estados Unidos con respecto al resto del mundo, el resultado de la posición de Argentina es paupérrimo. El muestreo se hizo en 11 países. USA paga 352.000 dólares anuales liderando la lista. Argentina ocupa el décimo lugar detrás de México con 21.000 dólares anuales según el trabajo de la publicación especializada.
Sin embargo, la crisis supera la cuestión salarial. El sistema funciona bajo tres ejes que son el salario, la parte edilicia y la cuestión vivencial. Ninguno de estos tres aspectos trabajan aceitados en el esquema de salud pública provincial.
En este sentido, la crisis pone en evidencia la incapacidad del Estado para dar respuestas en un contexto de altísima complejidad por la falta de expertise en cada área.
El momento es oportuno para preguntarse: ¿Que se aprendió tras el paso devastador de la pandemia? Poco y nada ya que siguen las soluciones con paliativos, aspirinas y analgésicos, esquivando las soluciones de fondo.
En pandemia el trabajo del personal de la salud fue catalogado como de “heroísmo médico”, pero simultáneamente cobran los salarios de la “indiferencia”. La verdad es todo muy raro.
Argentina sigue contando con una infraestructura de la época de Ramón Carrillo en donde la demanda supera ampliamente a la oferta en hospitales públicos. Es decir, el sistema esta sobredemandado y sin capacidad de respuesta frente a los severos daños sociales que genera la propia sociedad.
El debate es transversal en todo el Estado pero en áreas claves como salud y educación es evidente la tensión entre la demanda y la financiación.
Hoy miles de personas, buscan respuestas en un sistema creado en los años 50. Esto explica la emergencia permanente. El desborde, trae las consecuencias del trato deshumanizado como consecuencia de la falta de políticas de planeamiento. El acceso a la salud, debe conectar en un modelo de sociedad con derecho a la vivienda, al trabajo y a un medio ambiente adecuado. Variables que fundamentalmente cuidan la vida.
